CULTIVAMOS CON CORAZÓN. Este ha sido el lema que hemos elegido como nuestra voz en donde convergen todas las voces despiertas, sensibles, vivientes, sea cual sea su origen y más allá de cualquier frontera humana, de los que hemos decidido construir nuestra voz con nuestras vidas, después de haber aprendido a escuchar el lenguaje sutil de la Naturaleza con una actitud responsable, auténticamente humilde y respetuosa, esa Única y sagrada voz de la Vida, como reflejo del único Rostro de este Ser viviente llamado Tierra.
“Cultivamos con Corazón”, actúa y habla en tiempo presente contínuo, desde lo pequeño, desde la inclusión, desde la gratitud y el amor que solo se muestra con actos; comenzando por una auténtica y meditada transformación de nuestra percepción ya no como centro del cosmos, sino como una parte con iguales derechos y responsabilidades que cualquier ser viviente, por pequeño que sea este. La escalera que hace a este Kosmos una sola Versión, conformando por totalidades/parte, de momento a momento y de un modo creativo, tal como lo es la misma Vida.
Cultivamos con el Corazón, es unirnos en un solo corazón junto con todos y todas aquellas que han expandido la conciencia para poder volver a vivir con sabiduría, esa que nos han heredado nuestros pueblos conformados por ancianos y ancianas que también han sabido escuchar y palpitar al unísono desde sus propias entrañas, con el corazón de la Pachamama. Aquéllos que han unido su ritmo a sus leyes e interrelaciones, para recibir comprometidos sus frutos, regener con gratitud sus suelos y preservarla en las relaciones con equidad, comprometidos con el buen vivir de las generaciones presentes y venideras.
En fin, cultivamos con Amor, es crecer y evolucionar en ese acto de amor cotidiano en el que servir, no significa más que hacer del amor un acto efectivo cocreador de Vida, que incluye la vida biológica y que la trasciende y que, aún más, nos permite en este compromiso alegremente asumido de colaboración solidaria, montarnos en este incesante torrente de siglos y ciclos, generando la dicha de hacer de lo temporal y de nuestro peregrinar por este mundo, Una Fuente perenne de Vida en Abundancia.
Redactó: Juan Casillas Loria.